
Esta ruta la empezamos en el Alto de Ortiguero, por una pista en buen estado que más adelante se transforma en un empinado sendero que nos llevó al Collau Ricau y la preciosa Mayá de Tebrandi.
Pero el tiempo no acompañaba, había niebla y lluvia de forma permanente. Continuamos un poco más adelante hasta el Collau Virzu y en este punto dimos la vuelta porque la visibilidad era bastante mala a causa de la niebla. Nuestro objetivo del día, Peña Blanca, debería esperar a mejor ocasión.
Retornamos a Tebrandi y por la pista hormigonada llegamos a Asiego, donde pudimos comer tranquilamente en el bar del pueblo, ya a resguardo de la intensa lluvia.